Mindful Eating Habits Passed Down from Abuela

Grandmothers eating.  Mindful eating.  Hábitos de Alimentación Consciente que Nos Enseñó la Abuela. Photo by cottonbro studio: https://www.pexels.com/photo/an-elderly-woman-looking-at-each-other-while-holding-fork-6928672/

Hábitos de Alimentación Consciente que Nos Enseñó la Abuela

For many of us, our first lessons about food didn’t come from a doctor or a nutrition label. They came straight from abuela.

When I was growing up, my abuelita and abuelito lived with us. Every morning, they woke up at 5 a.m., got dressed, made a homemade breakfast, and sat at the table by 6. I remember watching them. They ate slowly, with intention, and enjoyed every bite. While eating, they talked about their plans for the day. Breakfast wasn’t just a meal, it felt like a ritual that grounded them and set the tone for everything else.

Whether I was sitting at the table shelling peas or watching her stir a pot of frijoles, I saw that food meant more than just calories. To her, food showed love, patience, and tradition.

Abuela practiced mindful eating long before people gave it a name. She taught us to take our time, enjoy what we eat, and gather as a family. No one rushed through meals. Instead, we used that time to pray, talk, and connect. Even when money felt tight, she always made room at the table and never served a meal without a blessing.


Habits She Passed Down

  • Cook with love: She made meals from scratch using real ingredients. No shortcuts.
  • Listen to your body: She reminded us to eat when hungry and stop when full.
  • Respect food: She reused leftovers, made broth from bones, and turned fruit peels into tea or jam.
  • Create rituals: Her days had rhythm, café con leche in the morning, arroz y frijoles for lunch, merienda in the afternoon.

These simple habits made us feel seen, safe, and cared for. They shaped our relationship with food and taught us that eating should be full of meaning, not stress.

Today, we can keep those traditions alive. Slow down. Light a candle. Say a prayer. Eat with your heart, not just your hands.

Mindful eating doesn’t mean perfection.
It means staying present, showing gratitude, and honoring where we come from. That’s the Vida Noble way.

Hábitos de Alimentación Consciente que Nos Enseñó la Abuela

Para muchos de nosotros, las primeras lecciones sobre la comida no vinieron de un doctor ni de una etiqueta nutricional.


Vinieron directamente de la abuela.

Cuando yo era niño(a), mis abuelitos vivían con nosotros. Todas las mañanas, se levantaban a las 5 a.m., se arreglaban, preparaban un desayuno casero y se sentaban a la mesa a las 6. Me acuerdo bien de cómo los observaba. Comían despacio, con intención, y disfrutaban cada bocado. Mientras comían, hablaban sobre sus planes para el día. El desayuno no era solo una comida, era un momento especial que les daba calma y marcaba el ritmo del resto del día.

Ya fuera ayudándole a desgranar frijoles o viendo cómo revolvía una olla, aprendí que la comida significaba mucho más que llenar el estómago.


Para ella, la comida era una forma de mostrar amor, paciencia y tradición.

La abuela practicaba la alimentación consciente mucho antes de que tuviera ese nombre. Nos enseñó a comer despacio, a disfrutar lo que comemos y a sentarnos en familia. Nadie se apresuraba en la mesa. Al contrario, usábamos ese tiempo para rezar, platicar y convivir. Incluso cuando el dinero escaseaba, siempre había lugar en la mesa y siempre una bendición antes del primer bocado.


Hábitos que Nos Transmitió

  • Cocinar con amor: Preparaba todo desde cero con ingredientes naturales. Nada de atajos.
  • Escuchar al cuerpo: Nos enseñó a comer solo cuando teníamos hambre y a parar cuando ya estábamos llenos.
  • Respetar la comida: Reutilizaba las sobras, hacía caldo con los huesos y convertía las cáscaras de fruta en té o mermelada.
  • Crear rituales: Sus días tenían ritmo, café con leche en la mañana, arroz con frijoles al mediodía, y merienda por la tarde.

Estos hábitos sencillos nos hacían sentir vistos, protegidos y amados.
Moldearon nuestra relación con la comida y nos enseñaron que comer también es una forma de vivir con intención.

Hoy, podemos mantener vivas esas tradiciones. Baja el ritmo. Enciende una vela. Di una oración.
Come con el corazón, no solo con las manos.

Comer con conciencia no se trata de ser perfecto.
Se trata de estar presente, dar gracias y honrar nuestras raíces. Ese es el estilo de Vida Noble.